El guisante de Palencia es, sin duda, unos de los productos hortícolas mas reconocidos de nuestra provincia. No tenemos una variedad autóctona, la calidad del guisante de Palencia es fruto (nunca mejor dicho) de la tierra y el clima.

Las frías primaveras y el no uso de invernaderos hacen que el guisante de Palencia crezca y madure de un modo tan lento como poco productivo. Esa es la causa del característico dulzor del producto. Por desgracia cada vez quedan menos huertas «de calle» en Palencia (Ver foto que encabeza el post). Los altos y lógicos precios resultantes de la baja productividad no ayudan a competir en los mercados.

Para conseguir que no tenga hollejo lo tenemos que recolectar antes de que llegue a granar del todo… seleccionando vaina por vaina para escoger solo las que están a punto.
¡Ojo!. No es un guisante de lágrima. El guisante de lágrima se recolecta con el grano mucho menos desarrollado aportando un textura diferente, que no el sabor. Gracias a Dios, el grano palentino también se diferencia del apreciado «caviar verde» en el precio.

La temporada dura entre mes y mes y medio, depende el clima. En Villoldo Casa de Comidas de Madrid y en Estrella del Bajo Carrión los hacemos estofados con cebolla dulce de fuentes con una crema fina de patata y huevo de corral poché. Precios en Villoldo Casa de Comidas 10 Euros la media ración (sin huevo), y 17 Euros la ración entera.
El mejor restaurante de la zona y muchos km. a la redonda